• Necesario voltear a ver y tenderles la mano a mexicanos y veracruzanos hasta que se incluyan en el desarrollo social: Arquidiócesis de Xalapa.
Irineo Pérez Melo/
Xalapa, Ver., 21 de julio del 2024.- La Arquidiócesis de Xalapa aseguró que la asignatura pendiente para quienes nos gobiernan será la lucha contra la desigualdad y marginación económica y social que viven tantos mexicanos y veracruzanos, a los que es necesario voltear a ver para tenderles la mano hasta que se incluyan en el desarrollo integral.
Lo anterior se desprende del comunicado dominical que emite la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, en donde se considera que es necesario que haya mejores gobiernos y que se aprovechen los recursos naturales y económicos a favor de toda la sociedad y no solo de unos cuantos.
En el documento, signado por el presbítero Juan Beristain de los Santos, se destaca que nos empobrecemos más cuando les damos la espalda a quienes son nuestros conciudadanos que esperan una oportunidad de un buen trabajo y así disfrutar de los bienes y satisfactores que genera la ciencia y la tecnología.
“Todos somos ciudadanos por derecho propio, con todos los derechos y obligaciones, solo por el hecho de ser personas. Por ello, es deseable que proyectos venideros en nuestro estado veracruzano tengan como piedra angular la justicia equitativa y distributiva”, se recalca en el documento.
Y subraya:
“Todavía hay un gran número de veracruzanos que viven en la pobreza extrema y que esperan pacientemente que se les tienda la mano con acciones concretas de promoción humana para acceder al desarrollo cultural, social y económico. Se ha hecho mucho en la promoción humana pero falta mucho más por hacer en favor de los más desfavorecidos”.
Refiere que el principio del destino universal de los bienes será una piedra de toque en el actuar de gobernantes y ciudadanos que consiga que todos disfrutemos de los bienes de la creación. Los abundantes recursos de Veracruz deben ser para todos, pero especialmente para aquellos que se han quedado rezagados o fuera del desarrollo integral.
“La persona, en efecto, no puede prescindir de los bienes materiales que responden a sus necesidades primarias y constituyen las condiciones básicas para su existencia; estos bienes le son absolutamente indispensables para alimentarse y crecer, para comunicarse, para asociarse y para poder conseguir las más altas finalidades a que está llamada”, se añade.
Finalmente, se insiste en que es tiempo de compartir con los demás lo que somos, tenemos y sentimos para construir una sociedad más justa y solidaria. Es necesario actuar más y hablar menos.